martes, 15 de febrero de 2011

Marruecos, espionaje español y la revolución árabe

MARRUECOS-MUNDO ARABE-REVUELTAS Y REVOLUCION-CONTAGIO
http://www.republica.es/2011/02/13/la-revolucion-arabe-marruecos-y-el-cni/

La revolución árabe, Marruecos y el CNI José Oneto

El Centro Nacional de Inteligencia (CNI) está reforzando sus antenas
en casi la totalidad de los países de Oriente Medio, desde la
revolución de los jazmines en Túnez que provoco la caída del dictador
Ben Ali y, sobre todo, desde el inicio del estallido social en
Egipto, adonde se enviaron a varios agentes días antes de la caída
de Hosni Bumarak el pasado viernes.

Por orden del presidente del Gobierno, el CNI está elaborando un
informe diario sobre la evolución de los acontecimientos en todos los
países de Oriente Medio donde el Centro tiene instalada la
correspondiente “antena”, al tiempo que intercambia información con
otros servicios de espionaje de la zona…

Hay que decir que el servicio de inteligencia español es uno de los
que mejor información maneja sobre los países de Oriente Medio,
especialmente en Líbano donde hay tropas españolas, en Marruecos, por
la proximidad geográfica, y en Israel donde mantiene una intensa
colaboración con el Mossad. Tiene sistemas de escuchas capaces de
traducir al instante, mensajes en treinta idiomas distintos y un
satélite especial de comunicaciones.

Todo este sistema fue inspeccionado el pasado 13 de enero, en plena
revolución de Túnez, por el presidente del Gobierno, José Luis
Rodríguez Zapatero, en su primera visita al Centro de Inteligencia,
instalado en la carretera de la Coruña en las afueras de Madrid.

Ahora, después de que el Centro hubiese apostado en Egipto, de acuerdo
con los intereses norteamericanos por el vicepresidente Omar Suleiman,
el jefe del espionaje egipcio, que prácticamente ha desaparecido de la
escena ante el poder que ha adquirido el Consejo Supremo de las
Fuerzas Armadas con su presidente al frente, el mariscal Mohamed
Tantui, bautizado como “el caniche de Mubarak”, todo el interés del
CNI y del Gobierno se ha concentrado en Argelia por la importancia
que el petróleo y el gas tiene para nuestro país y, sobre todo, en
Marruecos, ante la aparición de las primeras manifestaciones, los
primeros suicidios (cuatro intentos, dos heridos graves y un muerto) y
la convocatoria, a través de las redes sociales, de manifestaciones
para este próximo fin de semana.

Aunque el Gobierno por boca de la Ministra de Asuntos Exteriores,
Trinidad Jiménez, ha venido insistiendo en que Marruecos no corre
peligro de contagio de ese movimiento de protesta que se está
desarrollando en la mayoría de los países árabes gobernados por
autócratas corruptos, porque en Marruecos los partidos políticos están
reconocidos y, desde el poder se han abordado determinadas reformas,
la realidad es que, en cuanto a niveles de exclusión social y de
falta de perspectiva de una juventud con pocas esperanzas de promoción
y cuyo único objetivo es emigrar a Europa (pasando por España), es
similar a la de los tunecinos o a la de los argelinos. Si bien hay
“burbujas” de libertad que no existen en otros países de la zona.

Los informes diarios del CNI que le llegan al Gobierno, no descartan
que se pueda producir el “efecto contagio” y difieren bastante del
criterio del Ministerio de Asuntos Exteriores cuyo principal objetivo
es normalizar las relaciones con Rabat después de los graves sucesos
del Sáhara, estimulados, según Marruecos, por la prensa española,
claramente prosaharaui.

La importancia que el CNI concede a Marruecos es prioritaria, hasta el
punto que quien dirige la antena de Rabat es la antigua numero tres
del Centro R.G. (Raquel Gutiérrez), responsable, con el anterior
director Alberto Saiz, del departamento de Inteligencia, cargo en el
que sucedió a Agustín Casinillo uno de los principales impulsores
de la caída de Saiz, y, posteriormente rehabilitado por el nuevo
director el general Félix Sanz Roldán.

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