lunes, 22 de septiembre de 2008
LA GUERRA FRIA DEL SIGLO XXI
Por Eva Golinger
Septiembre 2008
¿Quién hubiera imaginado que en el año 2008, Rusia tendría presencia
militar en las aguas del caribe, países latinoamericanos estarían en
una confrontación hostíl con los Estados Unidos de Norteamérica y la
sociedad humana estaría realizando una carrera con la naturaleza para
ver quien destruye la planeta Tierra más rápida: las tormentas
naturales o las tormentas de guerra?
Pués, a pocos días de la tensa confrontación entre Rusia y Estados
Unidos sobre la situación en Georgia, llegaron los aviones TU-160,
bombardeos rusos, a territorio venezolano, para realizar maniobras
militares conjuntamente con las Fuerzas Armadas Bolivarianas. La
reacción pública de Washington fue cínica – el vocero del
Departamento de Estado declaró que ellos estaban dispuestos a
"escoltar los aviones TU-160 de vuelta a Rusia si no salieran en su
tiempo previsto" - pero dentro del Pentágono, se activaron los
códigos para preparar la defensa y el poder militar que Estados
Unidos mantiene en la región. En este ocasión, no hubo razon para que
Estados Unidos "escoltaran" los aviones rusos a su hogar, se fueron
justamente el 18 de septiembre pasado, pero pronto llegará una flota
rusa con otros aviones de combate que participarán en maniobras
militares junto a la armada bolivariana.
La invitación de Venezuela a Rusia para traer una pequeña muestra
militar a este hemisferio no es exagerada, ni reaccionaria. Desde el
aõ 2006, Washington ha estado aumentando su presencia militar en
América Latina, más que todo en las bases que estan ubicadas en
Colombia, la región andina, y el Caribe. Curiosamente, la base que
más ha mantenida la presencia y la inversión estadounidense durante
los últimos años esta en la pequeña isla de Curazao, a pocos
kilómetros de la costa venezolana. Washington abrió su base aerea en
el aeropuerto internacional de Hato en Curazao en el año 1999, junto
con una seria de bases en la isla vecina Aruba, en El Salvador y en
Manta, Ecuador. Estas bases, que se llamaban "FOLS" (Foward Operating
Locations), eran supuestamente la respuesta del cierre de la base
Howard en Panamá, para que Washington pudiera continuar su "lucha"
contra el narcotráfico en la región. Se justificó la cantidad de
bases diciendo que eran pequeñas, operativas y en lugares más lejanas
para poder cubrir más territorio con los satelites y el monitoreo
aereo (leáse, espionaje). Eran contratos de 10 años que realizó
Washington para operar las FOLS en los países e islas respectivas.
Cuando Rafael Correa ganó la presidencia en Ecuador durante el 2006,
anunció que su gobierno no renovará el contrato para mantener la base
de Washington en Manta. Esto causó una reacción severa del Pentágono,
y aparte de activar los planes de desestabilización en Ecuador contra
el gobierno de Correa, también comenzaron a mover su fuerza militar a
otros lugares. Logicamente, la transferencia fue hacia Colombia y el
Caribe.
Las buques de guerra, portaaviones y submarines nucleares
estadounidenses y de los países de la OTAN que han traspasado por las
aguas del caribe durante el último año y medio sobrepasan la cantidad
que han venido a esos aguas durante los diez años anteriores. Durante
los años 2006 y 2007, Washington declaraba que su inesperada y
notable incremento en presencia militar en la región era simplemente
para participar en maniobras – ejercicios militares rutinarios. Pero
en el 2008, lo que eran solo "ejercicios" se convertieron en el
verdadero juego de guerra. En Febrero del 2008, el Pentágono lanzó la
Operación "Enduring Freedom" Caribe-Centro América, enviando un
batallón de fuerzas especiales a la zona para responder a potenciales
"amenazas terroristas" en el hemisferio. Al mismo tiempo, el gobierno
de George W. Bush anunció que estaba estudiando colocar a Venezuela
en la lista de "estados terroristas", lo que implicaría la aplicación
de la doctrina de "guerra preventiva" inventada por ese mismo
gobierno. Meses después, en julio del 2008, el Pentágono anunció la
activación de la Cuarta Flota de la Armada de EEUU. Esta comandancia
de la armada estadounidense no había sido activada desde la Segunda
Guerra Mundial. ¿Porqué razón Washington activará una fuerza militar
que tenía 60 años guardada?
Sus metódos de golpe de estado, sabotaje económico, guerra
psicológica, intervención electoral, desestabilización y subversión
en la sociedad civil, etc., han fracasado en la región. Desde la
primera elección de Chávez hace 10 años, América Latina ha girado
casi completamente hacia la izquierda, y aparte de tener hoy en día
presidentes dignos, fuertes y soberanos, como Chávez, Correa, Evo y
Cristina, la política exterior de Venezuela ha resultado en un nivel
de integración y soberanía latinoamericana jamás visto en la
historia. Los gobernantes de hoy en América Latina no se arrodillan
ante su "ex amo" del norte. Cuando ya los representantes diplomáticos
de Washington en Bolivia insistían en un nivel de injerencia y
provocación sin parar, el gobierno de Evo Morales los expulsó.
Venezuela luego hizo lo mismo. No era por algo menor ni caprichoso.
Las evidencias contra el embajador Philip Goldberg que mostraban su
participación en planes violentos, serparatistas y desestabilizadores
en Bolivia eran múltiples e innegables. En Venezuela, la embajada de
Estados Unidos ha sido el centro del financiamiento a la oposición,
asesoría y entrenamiento a los movimientos desestabilizadores y
anti-democraticos del páis y en varias ocasiones, miembros de ese
cuerpo diplomático han sido descubiertos infiltrando y espiando
dentro de las fuerzas armadas venezolanas. Entonces, las reacciones
de Bolivia y Venezuela de no permitir más esa descarada injerencia
han sido justas.
Estados Unidos de Norteamérica han perdido su dominación y control
sobre la región – una zona que antes clasificaba como su "patio
trasero". Esta pérdida es un golpe duro al "imperio" del norte.
Además del golpe a su orgullo como un superpoder, la independencia
latinoamericana pone en duda el suministro y la garantía de los
recursos naturales necesarios para la mera existencia del modelo
estadounidense. De no controlar las reservas petroleras de Venezuela
y las economías de los países suramericanos, Estados Unidos entrarán
en una crisis financiera y social muy grave – más de lo que ya esta
sucediendo allá. Entonces, Washington reacciona con su arma más
poderosa – su poder militar, que es lo más fuerte del mundo entero.
Desde la crisis de misiles entre Cuba-Washington-Unión Soviética
(Cuban Missile Crisis) del año 1962, no se ha visto una presencia
rusa de este tamaño en América Latina. ¿Qué significa esto para la
región y para la comunidad internacional? Hoy, la gran diferencia es
que América Latina esta mucho más fuerte que hace cuatro décadas. Ya,
Cuba no esta solo. Y aunque ya no existe la Unión Soviética y Rusia
esta más debilitada, Washington también lo es. Sin dominación sobre
la región, Washington no puede apretar su puño y sacudir a Rusia. Más
puertas estan abiertas en América Latina hoy en día para Rusia y el
otro gran nemisis de Washington – Irán - que a Estados Unidos. Sin
embargo, Washington no se dejará perder la guerra tan facilmente.
Los planes de magnicidio contra los Presidentes Chávez y Morales
intensificarán. Ya en Venezuela se ha descubierto un gran plan de
coup d'etat y magnicidio contra el Presidente Chávez, conducido por
un grupo de militares retirados y activos, juntamente con los medios
de comunicación privados y los sectores opositores. Afortundamente,
se logró pararlo, por ahora. Pero habrán más atentados y más
agresiones mientras que Washington y sus aliados en el sur se
desesperan más. Solo se puede esperar que esta guerra se quede fría y
que no se caliente más.
--
Dra. Eva Golinger
Directora General
Fundación Centro de Estudios Estratégicos
de Seguridad
"CESE"
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