jueves, 18 de septiembre de 2008

La nueva "arma de destrucción masiva": manipulación del clima para fines militares


• Granma publica la segunda parte y final del artículo* tomado de Rebelión, cuyo autor, Michel Chossudovsky, alerta sobre uno de los extremos demenciales de la política guerrerista del actual Gobierno de Estados Unidos

El principal programa de guerra climática del Pentágono The High-Frequency Active Auroral Research Program (HAARP), está en operaciones desde principios de los 90. El sistema de antenas se basó inicialmente en tecnología patentada por Advanced Power Technologies Inc. (APTI), una subsidiaria de Atlantic Ritchfield Corporation (ARCO). La primera fase de HAARP Ionosfheric Research Instrument (IRI) fue completada por APTI. El sistema IRI de antenas fue instalado en 1992 por una subsidiaria de British Aerospace Systems (BAES) usando la patente de APTI. Las antenas irradian hacia el espacio exterior usando un equipo de transmisores de alta frecuencia.


El HAARP Operations Center, en
Gokona, Alaska, donde supuestamente
se lleva a cabo un programa de investigación científica y académica.



En 1994 ARCO vendió su subsidiaria APTI, junto con las patentes, a E-Systems, una supersecreta empresa de equipamientos militares High Tech íntima de la CIA.

E-Systems se especializa en la producción de electrónicos para uso militar, de navegación y de reconocimiento, incluidos sofisticados equipos de espionaje. Es uno de los más grandes contratistas del mundo en ese segmento de artefactos para la inteligencia, estrechamente relacionado con la CIA y organismos parecidos. Vende a estos unos 1 800 millones de dólares anuales, de los cuales unos 800 millones son para proyectos tan secretos que ni el Congreso de los Estados Unidos sabe en qué se gasta ese dinero.

Participó en la provisión y equipamiento del Doomsday Plan (el sistema que permite al Presidente manejar la guerra nuclear) y la operación Tormenta del Desierto.

Con la compra de APTI, E-Systems adquirió la estratégica tecnología de la guerra climática, la cual incluye la patente 4.686.605 "Bernard J. Eastlund's" titulada Métodos y aparatos para alterar una región de la atmósfera, la ionosfera y la magnetosfera terrestre.

No está de más consignar que las Eastlund/APTI patentes están basadas en las investigaciones del científico yugoslavo Nicolás Tesla, muchas de cuyas ideas fueron robadas por las corporaciones norteamericanas.

Apenas un año después de la compra por E-Systems de la tecnología de la guerra climática de APTI, aquella fue comprada por Raytheon, el cuarto más grande contratista de la industria militar estadounidense. Con esta adquisición, Raytheon se convirtió en el más grande fabricante de equipos electrónicos de guerra del mundo.

Y, mientras ARCO le vendía su subsidiaria APTI a E-Systems, ella misma era adquirida por el matrimonio integrado por la British Petroleum-Amoco Oil Company U.S.A., uno de los cuatro más grandes superconsorcios petroleros energéticos del mundo.

De tal modo, Raytheon, a través de su subsidiaria E-Systems, es ahora la propietaria de las patentes para la guerra climática. También tiene que ver con otras investigaciones para uso militar como las actividades que desarrolla una de sus subsidiarias en la Antártida: Raytheon Polar Services.

El sistema fue terminado de instalar en abril del 2004. Consiste en 180 antenas más un conjunto de transmisores de alta frecuencia.

PROBANDO EL SISTEMA HAARP

Es natural que, como una parte normal de los contratos con los proveedores y constructores, el sistema se ensaye.

En este sentido un informe del Parlamento ruso del año 2002 expresa que los militares americanos tienen intención de probar qué tal funciona el sistema en Alaska, en Groenlandia y en Noruega. "Los planes de Estados Unidos de experimentar con el programa HAARP, ultrasecreto, no controlado por la comunidad internacional, implica armas con capacidad para destruir las comunicaciones de radio, los equipos instalados en el espacio, los misiles, provocar accidentes en las redes de electricidad, en las de transporte y distribución de gas y petróleo y de tener un impacto negativo en la salud mental de la gente de regiones enteras", dijeron los diputados rusos en su informe.

La cuestión es que el futuro de la humanidad está amenazado por el uso de técnicas de modificación del clima.

Pero para que una campaña internacional contra esta monstruosidad tenga éxito, será preciso profundizar la investigación científica tendiente a determinar si hubo verdaderamente o no una relación entre la actividad del parque de antenas de GoKona, Alaska, con los llamativos desastres climáticos que se vienen observando.

Es algo imperativo porque la monstruosidad será completada en el 2006, momento en el cual operará a su máxima capacidad terrorífica.



http://www.granma.cu/espanol/2005/enero/vier28/lanueva.html

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