lunes, 16 de marzo de 2009

Elecciones presidenciales en El Salvador, la opción del cambio

Alberto Anaya presenta iniciativa para nacionalizar la banca


Como mecanismo para hacer frente a la crisis financiera mundial, muchos Gobiernos en el mundo han aprobado millones de dólares, o euros, del dinero público para salvar al sector privado. Desde octubre pasado se han inyectado cerca de 412 mil millones de euros a la banca mundial. Con ese dinero se podrían haber comprado los 14 bancos más grandes del mundo.

Ya sea como en el caso de Islandia, con la plena adquisición por parte del Gobierno del sector bancario, o con la entrada en el capital de grandes grupos, para tomar el control de los órganos de gobierno lo cierto es que el sector público de siete países europeos se ha convertido en el principal actor financiero.

En América Latina y Centroamérica, países como Costa Rica, Venezuela, Brasil y Chile, entre otros, han mantenido una banca central en manos del Estado que permite, hasta el momento, una cierta capacidad de respuesta a la crisis.

La pregunta ahora es si la otrora denostada banca pública acabará convirtiéndose en la única existente. Aunque el plan de apoyo a la banca se presenta como imprescindible para que los bancos reactiven la concesión de créditos, en el fondo es un plan de rescate para salvar al sistema financiero de la quiebra.

Para los gobiernos, el rescate resulta imprescindible, porque dejar quebrar el sistema bancario implicaría un riesgo sistémico para toda la economía mundial. Consideramos que las modalidades de rescate, son en sí una trampa ya que el Estado presta dinero a los bancos para que estos nos lo presten a nosotros pero más caro.

Senadoras y Senadores, ¿tiene sentido que mientras inyectamos dinero público a la banca, ésta reparta dividendos a los accionistas? ¿Tiene sentido que, ya que el Estado no puede permitir que quiebre la banca, ésta siga siendo un negocio privado para recoger beneficios, pero rescatado con dinero público? Consideramos que si se toman en cuenta todos estos factores, parece claro que la banca debería ser nacionalizada.

El argumento en contra es que la gestión privada, suele ser más eficiente que la gestión pública. Es verdad que se tiende a generar burocratización y por la ausencia de competitividad se genera una casta de funcionarios inamovibles y privilegiados. Sin embargo, bastaría con legislar al respecto, eliminar los privilegios y establecer la revocabilidad de los cargos según objetivos cumplidos e incumplidos, para evitar estas deformaciones.

El mito de que “el Mercado lo regula todo” ha quedado destrozado, el principio que no debería desaparecer es: “el que paga manda”. En otras palabras, si es el gobierno quien nuevamente coloca el dinero público en los bancos, lo lógico entonces es que estas instituciones retornen a manos del Estado.

La banca debe ser considerada como un sector estratégico de la Economía, vinculado a la Seguridad de la Nación. Por estas razones, este rango le debe ser adjudicado constitucionalmente y el Estado asumir su conducción.

Ha quedado demostrado que privatizar los bancos, fue un error de concepción de la responsabilidad del Estado en la gestión de la administración pública. Es inevitable que el gobierno intervenga ante problemas de esta magnitud, pero para que esta intervención sea eficiente, responsable y de interés público, es aconsejable que sea mediante una nacionalización.

Ha llegado el momento de nacionalizar la banca y pedir cuentas claras a los que se han enriquecido con el sacrificio de los ahorradores y que el Estado tome en sus manos de una vez la solución definitiva del problema.

Por lo anteriormente expuesto y fundado, se somete a la consideración de esta Honorable Cámara, la siguiente: Iniciativa con Proyecto de Decreto por el que se reforman y modifican los Artículos 73, 28 y 123 constitucionales y por el que se decreta la nacionalización de la Banca Mexicana.

DECRETO
ARTICULO PRIMERO.- Se modifica el artículo 73 constitucional agregando una fracción X para quedar como sigue: El Congreso tiene facultad: X. Para dictar leyes para cambiar el tipo de régimen de propiedad, para la reglamentación, para la regulación y control de las instituciones bancarias de la República Mexicana en beneficio del interés público.

ARTICULO SEGUNDO.- Se modifica el artículo 28 constitucional incorporando un séptimo párrafo para quedar como sigue: Se nacionaliza a favor de la Nación los valores de su propiedad, las instalaciones, edificios, mobiliario, equipo, activos, cajas, bóvedas, sucursales, agencias, oficinas, inversiones.

Asimismo se nacionalizan las acciones propias, las acciones de otras sociedades en su poder, así como todo tipo de participaciones que tengan en otras empresas.

Se incluyen todo tipo de derechos, directos e indirectos, y todos los demás bienes muebles e inmuebles, en cuanto sean necesarios, a juicio de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, toda forma de propiedad de las instituciones de crédito privadas a las que se les haya otorgado concesión para la prestación del servicio público de banca y crédito.

ARTICULO TERCERO.- Se modifica el artículo 123 constitucional agregando un inciso B para quedar como sigue: Articulo 123. Toda persona tiene derecho al trabajo digno y socialmente útil; … B.- entre los empleados bancarios que conservarán sus derechos, no sufriendo ninguna lesión con motivo de la nacionalización de la banca.

ARTÍCULO TRANSITORIO

ÚNICO. El presente decreto entrará en vigor el día siguiente al de su publicación en el Diario Oficial de la Federación.

Mauricio Funes y el FMLN derrotan a la derecha


El FMLN, principal partido de izquierda, y su fórmula presidencial, integrada por el periodista Mauricio Funes, Presidente, y el profesor Salvador Sánchez Cerén, Vicepresidente, consiguieron, una victoria histórica en los comicios presidenciales de ayer domingo, 15 de marzo.

La victoria de Funes y el Frente es significativamente representativa, pues derrotó a tres rabiosos poderes: el poder político, el poder económico y el poder mediático.

Y es que Funes y el FMLN, aliado al final con el Partido Cambio Democrático, y con el apoyo de la fórmula presidencial del PCN, compuesta por Tomás Chévez, y el Comisionado Rafael Antonio Garcíaguirre, así como de la vieja guardia del PDC, representado por el histórico Antonio Morales Erlich y José Napoleón Duarte hijo, y por la mayoría de la base del partido Frente Democrático Revolucionario (FDR), y, por supuesto, el Movimiento “Amigos de Mauricio Funes”, se enfrentó a la derecha política salvadoreña, representada por ARENA y sus aliados, las cúpulas conservadoras del PDC y el PCN.

El triunfo del FMLN en las elecciones del 18 de enero, que ganó por más de 90 mil votos al partido gobernante, hizo que la derecha política hiciera movimientos estratégicos, y ordenó el retiro, de forma desvergonzada, de los candidatos presidenciales del PDC y el PCN.

La derecha hizo cuentas alegres de los votos que el PDC y el PCN obtuvieron en las elecciones para alcaldes y diputados, y, de forma automática los sumó para sí, y así comenzó, con la colaboración del poder mediático, a difundir la idea de que el triunfo de la derecha era un hecho.

Por supuesto, que la colaboración mediática no inicia el 18 de enero, sino, desde que el FMLN anuncia a Mauricio Funes como su candidato presidencial. Es más, el más fuerte contendiente de Mauricio y el FMLN fue el poder mediático, y no el poder político y el poder económico.

Los medios y sus columnistas, atacan inmisericordemente, rabiosamente, a Mauricio Funes y a su compañero de fórmula el ex comandante Salvador Sánchez Cerén. Los medios y sus “analistas” –muchos de ellos provenientes de la izquierda-, hicieron el trabajo más bochornoso y bajo, que la prensa ideológica haya hecho jamás en el país. Es decir, la principal victoria de Mauricio fue contra los medios, para luego vencer a la derecha política.

Por su parte, el poder económico intentó, a última hora, mediante la amenaza y la manipulación, obligar a sus trabajadores a votar por el partido gobernante. Los empresarios afines a ARENA amenazaron con quitar a los trabajadores sus empleos, si el FMLN ganaba. Los trabajadores, por supuesto, desobedecieron, cansados de los 20 años de mal gobierno de ARENA, pues gobernó primero para argollas económicas, y luego, para argollas políticas, muy ligadas al Presidente Elías Antonio Saca,.

Por supuesto, Mauricio Funes y el FMLN no han ganado la revolución, solamente una histórica elección, el cual es importante para iniciar, para realizar un buen gobierno, un proceso de cambios profundos a favor de las grandes mayorías. De ahí que la primera acción de Mauricio y el Frente no debe ser el triunfalismo, sino tender las manos para iniciar un gobierno de amplia participación, tal como lo ha prometido el Presidente Electo, Mauricio Funes, acompañado de los más amplios sectores populares.