domingo, 19 de octubre de 2008


EL PPS DE MÉXICO Y EL MOVIMIENTO DE LIBERACIÓN NACIONAL

Por Cuauhtémoc Amezcua Dromundo

Convocado entre otros partidos y organizaciones,
por el Partido Popular Socialista de México, el
Partido Comunista de México Marxista Leninista,
el Frente Popular Revolucionario, el Frente
Popular Francisco Villa y el Movimiento Nacional
Organizado “Aquí Estamos”, los días 13 y 14 de
septiembre se realizó el Congreso Constituyente
del Movimiento de Liberación Nacional, MLN, con
la participación de más de 1400 delegados en
representación de más de 50 organizaciones
políticas, sociales, sindicales, campesinas,
indígenas, del movimiento urbano popular, de
mujeres y de jóvenes, en lo que constituye el
esfuerzo unitario más importante de varias
décadas, orientado a articular con eficacia la
lucha contra el imperialismo y por la conquista
de la plena independencia económica y política de
México.

El PPS de México valora muy en alto la aparición
de este nuevo instrumento de lucha, y aclara que
el partido desde luego que no desaparece ni
tendría por qué hacerlo; de hecho, en su calidad
de partido de la clase obrera, no desaparecerá
sino acaso cuando su ideal de construir una
sociedad socialista, sin propiedad privada de los
medios de producción y cambio, se haya consumado.
Entre tanto, seguirá actuando al máximo de su
capacidad y con pleno apego a sus principios. En
ese contexto, el partido fundado por Vicente
Lombardo Toledano se congratula de haber
contribuido al surgimiento del MLN, que está
llamado a desempeñar una función destacada en la
lucha histórica de nuestro pueblo.

Como es sabido, el PPS de México sustenta que
siendo el nuestro un país capitalista
dependiente, la contradicción múltiple que se da
entre el imperialismo y el conjunto de clases y
sectores sociales que aquél expolia es la que
exige solución en este momento concreto, para
destrabar el desarrollo de las fuerzas
productivas en las actuales circunstancias de la
vida nacional y latinoamericana. Ese conjunto de
clases y sectores sociales lo forman casi todas,
salvo una pequeña élite, una oligarquía
terrateniente y un sector de la burguesía,
proimperialista y subordinado. Sustenta asimismo
que la revolución de liberación nacional está a
la orden del día en México y América Latina en su
conjunto, que existen las condiciones objetivas y
que es urgente construir las subjetivas y esto,
en el caso de México, exige de un movimiento de
masas nacional, eficazmente articulado, combativo
y consciente de la necesidad de echar del poder a
esa clase social
entregada a intereses ajenos y contrarios a los
de todo el pueblo de México: la burguesía
proimperialista y subordinada al imperialismo.

El recientemente fundado MLN es una organización
de organizaciones, a que sin desaparecer ni
perder su autonomía, articulan sus acciones con
el fin de instaurar “un nuevo gobierno y un nuevo
estado, capaces de recuperar el control y la
propiedad de las fuerzas productivas de la nación
y de garantizar la justicia social, la soberanía
nacional”, como lo asienta en sus documentos
fundacionales (ver, Contenidos programáticos) Se
propone “superar la subordinación económica,
política y militar de México respecto al imperio
estadounidense y la dependencia hacia los centros
financieros internacionales como el Fondo
Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial
(BM) y las instituciones internacionales como la
Organización Mundial de Comercio (OMC) y la
Organización para la Cooperación y el Desarrollo
Económico (OCDE)” En este mismo sentido, pretende
“derogar todos los tratados comerciales y
militares que lesionan la soberanía como el
Tratado de Libre Comercio de América del Norte
(TLCAN) y el Plan Puebla Panamá (PPP)”, y rechaza
“la firma de nuevos pactos de subordinación como
el Área de Libre Comercio de las América (ALCA),
la Iniciativa Mérida, la Alianza para la
Seguridad y la Prosperidad de América del Norte
(ASPAN) y los proyectos de control judicial y
militar estadounidenses.”

En los vigorosos postulados citados radica lo
avanzado del proyecto programático antineoliberal
y antiimperialista del MLN. En ésos y otros, como
la lucha por “la propiedad plena de la Nación
sobre sus recursos naturales y energéticos, entre
ellos de PEMEX, la CFE y la CLyFC. El rescate de
las empresas e industrias estratégicas que fueron
privatizadas por los gobiernos neoliberales”,
para convertirlas de nueva cuenta en propiedad de
la Nación y en lo que nunca debieron dejar de
ser: palanca de desarrollo económico. “La
nacionalización de las empresas monopólicas:
industriales, bancarias, comerciales y de
servicios de las ramas estratégicas de la
economía.” Y también la exigencia de “cancelación
de la deuda externa e interna, especialmente de
la adquirida por el rescate bancario
(IPAB/Fobaproa), carretero, azucarero, así como
de los Contratos de Servicios Múltiples y los
Pidiregas. La cancelación de todos los acuerdos
que
lesionen los intereses económicos de la Nación
mexicana.” Y en “el impulso de la integración
económica Latinoamericana y del Caribe a través
de la Alternativa Bolivariana” de las Américas,
(ALBA)

Por lo expuesto, el PPS de México asume como
propia la tarea de contribuir al fortalecimiento
del Movimiento de Liberación Nacional, en cuyo
seno, por cierto, ha encontrado un ambiente
fraternal y una gran conciencia sobre la
necesidad del trabajo unitario, por parte de
todas las demás organizaciones que confluyen en
su actividad. En días próximos, el 12 de este
mes, se instalarán sus organismos de
coordinación, el Consejo Nacional, y el Comité
Ejecutivo, también las Comisiones nacionales,
encargadas del trabajo cotidiano.

Ciudad de México, octubre 8 de 2008.

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