miércoles, 19 de marzo de 2008

La Democracia le va ganando la guerra a la Libertad


La Democracia le va ganando la guerra a la Libertad

por Daniel C. Bilbao

Desde hace algunos años, pero particularmente después de la oscura respuesta contra las Torres Gemelas, el Imperio capitalista vende la idea de que se está librando una nueva guerra mundial, esta vez contra el «terrorismo internacional». La sospechosa y ubícua entidad que es Al Qaeda, le sirve de referencia al Imperio para jugar a la mancha venenosa. De lo que no puede contaminar Osama Bin Laden se encargan los organismos norteamericanos y europeos, creando listas de organizaciones «terroristas» a gusto y paladar de los gobiernos derechistas.El estado mayor que conduce esta guerra, se asume como el «eje del Bien». Son los «demócratas», aunque hayan sido elegidos en comicios fraudulentos como George Bush, o ilegalicen partidos arbitrariamente, como Zapatero o invadan países como Blair. Ésta es la Democracia, la que rige en casi todo el mundo. Ella está librando una guerra mundial. Los enfrentamientos más crueles son, por supuesto, en países muy pobres o indefensos, porque si algo tiene esta Democracia, además de perversión, es una inmensa cobardía.La Democracia comenzó persiguiendo armas de destrucción masiva inexistentes y demonizó a Saddam Hussein. Muerto el dictador, comprendió que necesitaba un demonio vivo para continuar la guerra. Por eso reflotó a Osama Bin Laden y su mágico ejército. Es por todos conocida la locura homicida que encabeza el Gobierno de los EEUU a partir de entonces.El número y calidad de víctimas imperiales son irrelevantes para la cuenta del Estado Mayor. Negros, pobres, mercenarios latinoamericanos. ¿Cuáles son las bajas del terrorismo? ¿Cuáles son los nombres y apellidos de los terroristas buscados y apresados o asesinados? ¿Qué estragos sufren las organizaciones "terroristas" debido a los ataques de la coalición Imperial? ¿Hay algún dato al respecto? Todo lo que sabemos es que cada tanto se anuncia la muerte de algún dirigente de una organización popular que lucha por la libertad de su pueblo, y que Osama Bin Laden por medio de videos anuncia sus próximos pasos, porque no quiere contar con el factor sorpresa a favor. Lo que sí comprobamos cada día es la muerte de civiles por centenas. Bajo los bombardeos, por las bombas que estallan en lugares públicos, por los disparos de las tropas asesinas de la Coalición. Vemos la destrucción que causan, el llanto de los niños, la desesperación de las mujeres, la impotencia de los hombres del pueblo. No tienen ni derecho a vivir. No pueden alimentarse adecuadamente, no tienen casi agua, ni energía eléctrica, viven bajo el terror, carecen, en definitiva, de libertad.Lo que también comprobamos desde que el Imperio lanzara su gran ofensiva sobre puntos estratégicos del Planeta, es que no sólo el mundo islámico se convirtió en víctima propiciatoria, en el gran demonio de este conflicto mundial. Cada gobierno fascista aportó su lista de disidentes para incluir en la lista de organizaciones terroristas de acuerdo a sus necesidades. Este indexado del terror trajo aparejada una legislación que aprovecha la demonización para barrer con toda oposición al Poder para el cual gerencian los gobiernos títeres. Así, comenzaron a aparecer las verdaderas víctimas de esta ofensiva: los derechos humanos. Cualquiera puede ser terrorista si así lo decide el mandamás de turno. Como el principio básico es que el enemigo de la Democracia está inmerso en el seno de la sociedad -la vieja "doctrina de la seguridad nacional"- lo que se hizo fue restringir los derechos de esa sociedad. Vuelta al pasado: «democracia restringida», porque el problema es que hay «un exceso de democracia», dijo alguna vez un presidente civil latinoamericano, siguiendo el discurso de la Trilateral en la década del '70. Comenzaron a caer uno tras otro los derechos civiles. Cámaras de vigilancia en las calles, ilegalización de partidos, persecución y asesinato de opositores, restricciones y amenazas al periodismo. Todo basado en esta supuesta guerra contra el terrorismo. Es entonces que nos damos cuenta que, en verdad, la guerra que está librando la Democracia no es contra los terroristas, sino contra la Libertad. La libertad, una e indivisible, es el conjunto de todos los derechos inherentes a la persona humana. Por lo tanto, donde falta uno solo de esos derechos, no hay plena libertad. Ésta es la verdadera Tercera Guerra Mundial, en la que hay dos bandos perfectamente identificados: el Imperio Capitalista, encabezado por EEUU, blandiendo en su mano la Democracia como el «Big stick» (el gran garrote) de siempre, y del otro lado los Pueblos, levantando sus derechos como bandera, decididos a alcanzar la Libertad, aquella que prometieron los burgueses en 1789, y que hoy sólo es un infierno de explotación, guerras y miseria para los trabajadores. Es necesario y urgente derrotar a esta Democracia. Hay que chocar contra ella en todos los frentes. Es posible que no haya tiempo siquiera de explicarles a los imbéciles y a los oportunistas. Colaborar con esta Democracia es un crimen contra los pueblos. Es convertirse en cómplice. La tarea es alentar a las clases populares a que pierdan el miedo, a que se organicen, a que salgan a la calle para derrocar a los opresores que nos impiden alcanzar la Libertad. Estamos en guerra, y los agentes del Imperio y sus aliados son el enemigo. ¿De qué lado estás?· La "democracia" actual (I) (Una dictadura hija de la Doctrina de la Seguridad Nacional y de la teoría de la democracia restringida)· La democracia actual (II) (Una dictadura hija de la Doctrina de la Seguridad Nacional y de la teoría de la democracia restringida)· La democracia actual (III) (La democracia como amenaza)

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