martes, 18 de marzo de 2008

Una nueva visión comunitaria del cine en Venezuela


El pasado 3 de junio la Villa del Cine cumplió un año. Este espacio nació con el propósito de facilitar la producción cinematográfica en el país, pero su papel dentro de la sociedad ha ido más allá. La integración de la Villa del Cine con las comunidades del pueblo venezolano constituye un escalón fundamental en la construcción de un nuevo pensamiento, de una nueva visión, de una nueva sociedad encaminada hacia el conocimiento pleno.

"El hecho de que una comunidad se organice y sienta como necesidad el cine, eso significa un cambio importante de lo que se ha dado en el país (…) ver que la cultura es parte de esas necesidades básicas, es como una cascada de procesos que tienen que ver con cambios significativos que se están dando en el venezolano," expresó Lorena Almarza, presidenta de la Fundación Villa del Cine al referirse al impacto que ha tenido la implementación de nuevas políticas culturales en el país.

Actualmente, a través de la Cinemateca Nacional se han creado las Cinematecas Regionales y las Salas Comunitarias, éstas son producto de convenios que establece la Cinemateca con las asociaciones culturales de las comunidades. "El interés es que estas salas comunitarias sean gerenciadas desde la comunidad", manifestó la presidenta de la Villa del Cine. Las Salas Comunitarias son solicitadas por las comunidades organizadas e interesadas en tener un espacio para ver cine.

La Cinemateca Nacional hace una revisión de los espacios disponibles en cada comunidad, y hace la dotación de los equipos necesarios como el sistema "home theater" de sonido envolvente, pantallas, el video bean, y una videoteca conformada por obras del cine mundial sobre las cuales la cinemateca tiene la oportunidad de hacer divulgación gratuita. Además se entregan las producciones de la Villa del Cine, "nosotros hicimos en el primer trimestre de este año una entrega de 3 mil 500 DVD, es decir 100 colecciones de 35 títulos para cada una de las salas, allí hay producciones documentales, una serie para niños de animación que trabajamos con una cooperativa y algunas entrevistas y reportajes", señaló Almarza.

Las Salas Comunitarias deben exhibir un mínimo de 4 funciones a la semana, de las cuales una debe ser infantil, el horario y la fecha lo establecen las mismas comunidades. "La idea es que ese grupo que establece el convenio con la Cinemateca se reúna con su comunidad, decidan los horarios y hagan selección de sus programas y además generen cine foro en el caso de funciones para adultos, y cuando son funciones para niños debe haber un taller de trabajo práctico relacionado con el tema de la película. Se trata de un proceso de formación, donde trabajan temas como la conducción de un cine foro y comprender el lenguaje cinematográfico".

"De estas salas hemos inaugurado muchas, de hecho hay hasta en Amazonas. Lo bonito de la inauguración de estas salas es que hemos invitado a cineastas, como Román Chalbaud y Alberto Arvelo, quien estuvo en las que se inauguraron en Mérida, y ha sido una actividad muy linda porque es la posibilidad de que los realizadores tengan una relación directa con la gente, esto es una cosa maravillosa porque te habla de la implicación del mundo intelectual y creador que reconoce también el espacio de creación que hay desde las comunidades, entonces yo creo que esto habla del cambio", dijo Almarza.

Integración cine y comunidad

La experiencia que han tenido los productores de la Villa del Cine con las diversas comunidades en las que se han realizado los rodajes de producciones como "La Clase" y "Miranda Regresa", ha sido positiva, tal como lo expresó Lorena Almarza: "Nosotros en el rodaje de "La Clase", hemos tenido una experiencia muy linda, hicimos el 80% del rodaje en el barrio Zumba de Guarenas, los extras y algunos figurantes son jóvenes de ese sector; los ayudantes de producción, es gente del barrio. Es decir, implicamos a toda la comunidad en un proceso de creación desde la producción cinematográfica.

Este proceso sirvió como catalizador para lograr un proyecto que se tenía en la comunidad como lo es la televisora Vemos TV, ellos acompañaron todo el proceso de rodaje, lo grabaron, y en las noches lo transmitían por esta televisora". Otra experiencia que nos da cuenta de la integración que ha establecido la Villa del cine con las comunidades es la que se vivió en Araya durante el rodaje de "Miranda Regresa".

"Allí se establecieron alianzas con las cooperativistas de transporte, donde se generó una relación de impacto económico, pero además fue maravilloso porque esta misma cooperativa de pescadores que nos trasladó hacia Araya nos ayudó a hacer la replica del Leander, no era parte de su actividad como cooperativa pero como cosas maravillosas de toda esa posibilidad de creación que todos tenemos como seres humanos, se dio este proceso y ellos en conjunto con nuestro equipo de tramoya lograron avanzar en la realización de esta embarcación ".

La producción "Miranda Regresa", planteó un reto mayor para la Villa del Cine, la realización de más de 300 vestidos, la elaboración de replicas de las joyas y los zapatos. De esta forma comenzó una serie de alianzas con cooperativas, artesanos del cuero, costureras y bordadoras de las comunidades cercanas, quienes estuvieron a cargo de la elaboración de todas las piezas.

De esta manera gente como Lucila Pinto, modista, entró en la Villa para crear. "Yo soy la encargada de realizar los vestidos de las damas, ahorita vamos a comenzar Zamora y para ello estoy leyendo estos libros empapándome de toda la época, como ya terminamos Miranda, ya tenemos diseñado los personajes de Zamora y estamos montados en eso. Para mi trabajar aquí en la Villa del Cine es una experiencia muy agradable, hicimos muchos trajes para el proyecto de Miranda y estuvimos más de un año realizando todos esos trajes. Me siento orgullosa de haber trabajado en esta producción y se sabe que va ser un suceso no solo aquí sino en otros países y para mi va a ser una gran emoción ver esos vestidos y saber que mis manos están ahí, que uno participe en la recreación de personajes que formaron parte importante de nuestra historia me hace sentir orgullosa" expresó Lucila Pinto.

Este proceso de inclusión también se ha visto en los actores, enfatizó Almarza, por ejemplo hay actores que solo han tenido pantalla televisiva y estaban limitados en su desarrollo actoral. "Ahora logramos tener la maravillosa oportunidad de abrir la producción cinematográfica para poder ver a Jorge Reyes que lo conocemos de la pantalla televisiva desarrollando a Miranda y es maravilloso".

La Villa del Cine, además ha acompañado en el proceso de producción de documentales a la comunidad de Los Chaguaramos, quiénes se acercaron a la ciudadela con la inquietud de plasmar en imágenes una serie de problemas que se viven en esa comunidad como lo son el embarazo precoz y el consumo de drogas. En este sentido la Villa del Cine les facilitó material virgen y puso a su disposición un módulo de postproducción con un editor para que realicen la digitalización del material. La presidenta de la Fundación Villa del Cine explicó que hasta ahora esa ha sido la única experiencia de comunidades que se acerquen a la villa.

Sin embargo planteó que "nosotros tenemos que desarrollar la posibilidad de que nuestra infraestructura apoye la producción independiente. El proceso de equipamiento y acondicionamiento de la Villa ha sido progresivo, porque adquirir equipos requiere de todo un proceso administrativo. Lo que se proyecta para un futuro cercano es adquirir equipos de alta tecnología que estén a disposición para rentar a muy bajo costo, por lo menos en un 30% menos de lo que se oferta en el mercado. Esto para facilitar la ejecución de proyectos independientes, y que al mismo tiempo puedan contar con la asesoría técnica del personal que labora en la Villa.

Hacia la conformación de polos de desarrollo cultural

Como parte del diseño de proyectos hacia el año 2009, la Fundación Villa del Cine se ha planteado la ejecución en cuatro estados de Unidades de Producción cinematográfica con equipos de alta definición. Los estados que hasta ahora se han considerado son Mérida y Zulia. Aún se está evaluando donde se realizarán las otras dos, podría ser una en la región de los Llanos y la otra en Oriente.

"Es posible que la distribución se haga atendiendo a los ejes de desarrollo en los que se están intentando avanzar ahora como estrategia política, y donde existe infraestructura cultural ya instalada, es decir, donde haya librerías del Sur, cinematecas comunitarias y regionales. Un poco ese crecimiento que ha venido teniendo el Ministerio del Poder Popular para la Cultura hacia las regiones, que se cree un polo de desarrollo cultural en esos lugares".
Tania González

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